Los abogados Cornwall me contaron en cierta ocasión un caso muy interesante que sucedió en la isla de los caballeros y escuderos (donde todo lo que un caballero dice es verdadero y todo lo que un escudero dice es falso).
Un criminal llamado Alan había robado una colección privada de cuadros y se estaba escondiendo de la justicia. Ni siquiera se sabía si era un caballero o un escudero.
Los hermanos Cornwall habían reunido a 3 sospechosos para interrogarlos. Sus testimonios fueron los siguientes:
A.— Yo no soy Alan.
B.— Yo tampoco.
C.— Alan es uno de nosotros.
Samuel Cornwall meditó durante unos instantes y dijo:
— No tengo información suficiente.
Entonces, C le dijo el número de caballeros que había entre ellos.
— Y, entonces- interrumpió emocionado Peter-, mi hermano fue capaz de determinar qué era cada uno de los sospechosos.
— ¡Qué bien!- dije- ¿Y cuál fue el número que dijo C?
En ese momento, Samuel se ajustó las gafas y, con una sonrisa me contestó:
— Creo que, con todos los datos que tienes, puedes hallar la solución sin necesidad de conocerlo.
¿De qué tipo era cada uno? ¿Alan estaba entre ellos?
SOLUCIÓN: es evidente que A y B no podían ser a la vez escuderos, o de lo contrario, ambos hubieran sido Alan. Además, si C era un escudero, entonces por fuerza A y B tenían que ser caballeros (dado que Alan no sería ninguno de los sospechosos).
Nos quedan, por tanto, 4 posibilidades: 1- los tres eran caballeros y, ya que ni A ni B serían Alan, C tendría que serlo. 2- A y B eran caballeros y C, escudero. Aquí, ninguno de ellos sería Alan. 3- A y C eran caballeros y B, escudero, además de Alan. 4- B y C eran caballeros y A, escudero, además de Alan. Con la información de los testimonios que tenemos, no podemos deducir nada más.
Pero sabemos que cuando C dijo el número de caballeros que había entre los tres, el problema pudo ser resuelto. En el caso 1, había 3 caballeros, y en los casos 2, 3 y 4, había 2 caballeros.
Si C hubiese dicho que había 2 caballeros, Samuel no podría haber distinguido entre el caso 3 y el 4 (el 2 queda descartado porque C sería un escudero y nunca diría que hay 2 caballeros). Por lo tanto, C no pudo haber respondido con un 2.
Si hubiese dicho que había 3 caballeros, entonces Samuel no podría haber distinguido entre el caso 1 y el 2 (en el segundo, dado que estaría mintiendo, podría decir cualquier número distinto de 2, incluido el 3). Así, tampoco pudo haber dicho el 3.
En definitiva, C dio un número distinto de 2 y de 3 (no podemos saber cuál fue. Podría haber sido 4, 623 ó 0, por ejemplo), por lo que tenía que estar mintiendo. El caso correcto era el 2: A y B eran caballeros y C, escudero. Ninguno de ellos era Alan.
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